Ayer día 22 de abril, se celebró el Día Mundial de la Tierra, qué mejor fecha que en primavera, época en que más lucen los campos, en que florecen las flores, en que dan frutos los árboles… ¡Qué bonito está todo! y ¡Qué bueno es tomar conciencia de lo importante que es cuidar todo cuanto nos rodea!
En las escuelas y colegios, a menudo hay talleres de reciclado, de siembra, de aprender sobre energías renovables… no olvidemos que la concienciación de cuidar nuestro medio ambiente ha de estar presente en el currículo escolar, y más que eso estar presente en el día a día, igual que con un cuento podemos transmitir un valor y concienciarnos de una determinada conducta, por ejemplo regando las plantas del colegio podemos transmitir la importancia de ayudar a que «estén bonitas» y «a que crezcan», a cuidar la naturaleza y concienciarnos y aprender cómo podemos contribuir a ello.
Las excursiones a granjas-escuelas o jardínes botánicos suelen ser muy positivas, habrá a quien les de miedo algunos «bichitos del campo» pero cuando aprendan sobre ellos, por qué tienen que estar ahí, el porqué de que unos se comen a otros, las cadenas alimenticias de la naturaleza…y un sinfín de cosas más, sabrán apreciarlos y más allá del miedo pensarán en cuidarlos y respetarlos. Los más pequeños pueden aprender y comprender por ejemplo que «Las abejas se alimentan de polen y ese polen se transforma en miel, miel que podemos comer nosotros«, o que «Los pájaritos al comer frutos y semillas y volar a otros lugares ayudan a que nazcan nuevas plantas y árboles». Y los más mayores pueden entender o aprender el porqué de la actividad cinegética y cómo ayuda a la sostenibilidad de los bosques o montes y a la conservación de la biodiversidad, los hábitats y el paisaje, «Cuando la actividad cinegética se lleva a cabo de manera sostenible, puede contribuir
positivamente a que se conserven la poblaciones silvestres y sus
hábitats, y también beneficiar a la sociedad».
positivamente a que se conserven la poblaciones silvestres y sus
hábitats, y también beneficiar a la sociedad».
¿DESDE CUANDO PODEMOS TRABAJAR Y TRANSMITIR VALORES DE EDUCACIÓN AMBIENTAL? Desde los primeros niveles, ya desde el primer ciclo de la Educación Infantil podemos y tenemos que ofrecer espacios y tiempos para que los más pequeños investiguen en el jardín, en el parque, realizar actividades con hojas del otoño que han caído, plantar flores en primavera, saber que si el cielo está muy oscuro y con muchas nubes vendrá un buen chaparrón, ver como los gusanitos de seda se convertirán en mariposas, entender que en invierno hace frío y en verano calor, qué animales viven en el bosque y cuáles en la granja… en definitiva proporcionar medios y situaciones para una primera aproximación a la Educación ambiental.
Para terminar, os dejo unas fotos de una actividad realizada con niños y niñas de 2 y 3 años, donde descubrimos qué era el terrizo, para qué servía y entre todos transplantamos flores para el jardín de la escuela:
Actividad realizada en la E.I La Algaida (curso 2012/2013) |
Como siempre la ventana está abierta a vuestros comentarios, críticas, opiniones y sugerencias, ¡Aprender entre todos siempre es mejor! Espero que os haya gustado la entrada y ya sabéis, ¡Cuidemos el planeta!